Por: Jorge Martin

Cuando se menciona a Santa Cruz como destino turístico inmediatamente se piensa en Calafate y en menor medida El Chalten, ambos en el oeste de la provincia donde también son destinos muy atractivos “La cueva de las manos”, Los Antiguos con el lago Buenos Aires y el camino del Monte Zeballos hacia los lagos Pueyrredón y Posadas.

Sin embargo la costa santacruceña tiene destinos muy bellos como Puerto Deseado, Puerto San Julián y Comandante Luis Piedrabuena entre otros que merecen ser visitados.   

                                                                                                                                          Puerto Deseado se encuentra sobre la costa del Atlántico a 127 km de la confluencia de las RN 3 y RP 281 a 737 km al norte de la capital provincial, Río Gallegos y a 2024 km de la ciudad de Buenos Aires. Cuenta actualmente con 14.183 habitantes (2010) y es un importante puerto natural, multipropósito con preponderante actividad pesquera.

Ya en 1520 Magallanes anduvo por las costas de Deseado y el puerto fue nombrado Port Desire por el corsario Thomas Cavendish en 1586, por el nombre de su nave insignia, y más tarde cambiado por su traducción al castellano. En 1833 el naturalista Charles Darwin hizo la primera visita a la zona pero la fundación como un asentamiento estable data del 15 de julio de 1884 por el capitán Antonio Oneto.                          

Entre los atractivos de la ciudad merecen visitarse:

La ex estación del ferrocarril inaugurada el 20 de septiembre de 1909 que iba a unir Puerto Deseado con Nahuel-Huapi, pero la línea quedó trunca en Colonia Las Heras  a fines de1913, a 280 km de Deseado. Hasta su cierre en 1978, el ferrocarril fue un invalorable factor de progreso. Hoy es el Museo del ex Ferrocarril Patagónico.

El vagón histórico (coche reservado N° 502) construido en 1898, con literas, cocina, baño y salón, que se puede visitar en la esquina de Alte. Brown y San Martín.

Pero hay tres circuitos turísticos imperdibles y espectaculares:

* La Reserva Natural Ría Deseado: en épocas remotas el río dejó de volcar sus aguas en el océano y éste invadió el antiguo cauce internándose unos 40 km hacia el oeste formando diferentes espacios naturales que concentran una gran biodiversidad de especies. Hay que hacer la navegación en embarcaciones adaptadas a grupos reducidos con guías naturalistas recorriendo diferentes canales e islas observando colonias de cormoranes grises y  roqueros, gaviotas cocinera, paloma antártica, avistando toninas overas y lobos marinos de un pelo y desembarcando en la Isla de los Pájaros para ver colonias de Pingüinos de Magallanes. En vehículo, transitando por el Cañadón Giménez se ve al atardecer la Isla Quiroga repleta de gaviotas que van a descansar.

* Los Miradores de Darwin: se puede hacer remontando la ría en gomones semirrígidos y luego un trekking hasta los miradores visitando cuevas con pinturas rupestres o por tierra saliendo desde la ciudad por RP 281 hasta el cruce con la RP 47 doblar por esta a la izquierda 32 km hasta el cartel “Estancia La Aurora” de Matilde Wilson, propiedad privada por lo que hay que hablar previamente con ella al (0297) 487-0078 para concretar la visita paga que puede ser con guía o sin ella. En el camino podemos observar guanacos, choiques, maras, zorros, caranchos, águilas mora y llegar al mirador del cañón del río Deseado con espectaculares vistas de un lugar inhóspito, ventoso y frío que llevaron a Darwin a escribir  “No creo haber visto jamás otro lugar más aislado del mundo que esta grieta de rocas en medio de la inmensa llanura”.

* Bosque Petrificado de Santa Cruz (Jaramillo): lejos de la ciudad (230 km) pero en el Departamento Deseado para llegar hay que transitar la RP 281 hasta el cruce con la RN 3 doblar hacia el sur 78 km donde está el desvío a la derecha por RP 49 (altura km 2074 de la RN3) y después de 50 km de ripio se llega a este coloso bosque de araucarias fosilizadas que abarca 60.000 has.  Hace 150 millones de años las erupciones volcánicas cubren de cenizas los bosques; las inundaciones posteriores hacen que los minerales penetren en las cavidades del tejido vegetal y cuando los sedimentos se compactan y petrifican el tronco queda mineralizado sin perder sus estructuras; finalmente la ceniza volcánica es arrastrada por la erosión dejando al descubierto troncos de hasta 30 metros de largo y 2 metros de diámetro.

Entre la fauna del lugar, típica estepa patagónica semidesértica, encontramos guanacos, choiques y zorros grises; el puma, el zorro colorado y la mara son difíciles de ver. Durante la caminata se puede llegar a los volcanes inactivos Madre e Hija (400 msnm) y desde su mirador se ve la Laguna Grande que en invierno, época de lluvias (no más de 15º mm anuales) hospeda transitoriamente aves migratorias como flamencos, patos, chorlos y cisnes

Si continuamos hacia el sur no podemos dejar de visitar a Puerto San Julián, Comandante Luis Piedrabuena y el Parque Nacional Monte León antes de arribar a la capital provincial, Río Gallegos pero esto será motivo de otra nota...