
La mayoría de los que han oído hablar de la pequeña isla de Key Biscayne penas a 10 minutos del centro de Miami, lo han hecho por dos razones; el famoso Seaquarium que se encuentra a su entrada y porque cada primavera se dan cita allí los mejores tenistas del mundo en un campeonato, al que acuden personalidades procedentes de los cinco continentes.
Sin embargo, pocos saben que esta isla con alma de pueblo pequeño, es única por la seguridad que ofrece y la calidad de vida que brinda a las familias allí radicadas.
En Key Biscayne es fácil ver a los niños andar por las calles a todas las horas del día.
Muchos dicen que esta isla es el Disney de Miami por la libertad que los niños gozan.
La isla solo cuenta con un supermercado, que equivale a la plaza del pueblo, ya que por fuerza, todo el mundo en algún momento tiene que pasar por allí y donde los residentes frecuentemente se saludan y charlan.
Es cierto que para los adultos no hay mucho que hacer en esta isla paradisíaca y una vez que el sol se pone, el único entretenimiento fuera de casa es ir a uno de los restaurantes internacionales que hay en la isla, o acudir a uno de los tres pequeños y despoblados bares. Esta limitación hace que los que deciden vivir en Key Biscayne sean más que nada familias con niños pequeños o adolescentes. Pero si bien Key Biscayne no vive la noche, si vive intensamente el día.
La ciudad de Key Biscayne, localizada entre dos parques nacionales: Bill Baggs y Crandon Park y rodeada de bellas y tranquilas playas, ofrece todos los deportes imaginables, tanto marítimos como terrestres. Tiene un club de golf, varias pistas de tenis, marinas, arrecifes, piscinas y rutas para bicicletas y patinar.
Desde temprano en la mañana se pueden ver ciclistas en grandes pelotones que entran en la isla para aprovechar la cuesta del gran puente de Key Biscayne que la une a tierra.
También hay muchos residentes que salen a hacer ejercicio desde el amanecer, ya sea corriendo, caminando, en bicicleta o haciendo calistenia en el parque central. Este parque es testigo del gran movimiento diurno de la isla, ya que vibra desde la mañana hasta que cae el sol.
Sin bien vivir en Key Biscayne es todo un lujo, esto se contrasta con sus humildes orígenes.
El desarrollo de Key Biscayne tuvo su comienzo en los años cincuenta. Los hermanos Mackle fueron sus grandes impulsores construyendo numerosas casitas básicas conocidas como Mackles de tan solo 1,200 pies cuadrados (aproximadamente 111 metros cuadrados) con tres cuartos, un baño y un pórtico.
Estas casas se vendieron a retirados y familias, mayormente veteranos de la segunda guerra mundial. En ese período Key Biscayne ofrecía las casas más baratas de Miami. Después de todo Key Biscayne era una isla llena de moquitos, lejos de Miami con solamente un pequeño puente levadizo y con una alta probabilidad de inundaciones.
Desde noviembre de 1968 sin embargo la historia de bienes raíces en Key Biscayne cambió para siempre con la llegada a la presidencia de Estados Unidos de Richard Nixon. El presidente Nixon estableció en Key Biscayne su "Casa Blanca de Invierno" también conocida como "La Casa Blanca de la Florida" la cual se convirtió en un foco de atención internacional. Desde entonces y con la construcción de un nuevo y alto puente en 1980, las modestas casitas Mackle han sido reemplazadas por amplias casas de varias plantas y lujosos complejos de apartamentos que poblaron la isla, subiendo el precio vertiginosamente.
Algunos de sus habitantes consideran que este cambio amenaza con robarle a esta islita ese carácter tan especial de pequeña localidad con un exquisito sabor multinacional. Otros piensan que Key Biscayne va camino de ser Los Hamptons de Miami.
Fuente: About.com









